Los doceros están llegando en masa al corazón de una flamante Pandala. ¡Prudencia! No hay que aventurarse en esta mítica isla del Mundo de los Doce sin una mínima preparación... El Equipo Turist-A retoma sus actividades y te propone una visita guiada por las 6 zonas que componen la isla. Esta semana, ¡nos vemos en Fuegodala!

¡Tu expedición por tierras pandaleñas continúa! Hoy, El Equipo Turist-A te lleva a una región en la que se expande constantemente una espesa bruma de la que emergen cientos de farolillos, maravillosos puntos de referencia para los viajeros perdidos. ¡Es un lugar que a primera vista parece sombrío pero que sabrá deslumbrarte!

Sumergido en un crepúsculo debido al humo de incienso que bloquea los rayos del sol, Fuegodala ofrece un espectáculo sin igual, tan desconcertante como atrayente. Para ver un poco mejor, dirígete a las puertas de la Centella, donde podrás confeccionar tu propio farolillo en honor al Espíritu del Fuego.
¡Se dice que el origen de esta tradición se remonta al descubrimiento de un farolillo gigante que, por ahora, no ha dejado de brillar! Desde entonces, los sabios pandawas que lo protegen con exclusividad se han acostumbrado a fabricar farolillos más pequeños, para rendir homenaje al Espíritu del Fuego.

Acuérdate de vigilar la luz del tuyo, sin ella ¡tu estancia en Fuegodala podría verse acortada! En efecto, si la llama titila y parece que va a apagarse, deberás recoger tus cosas y largarte de aquí lo más rápido posible. Eso significará que el Espíritu del Fuego no te da la bienvenida a sus tierras... ¡Qué buen rollo!
Aquí fabrican los famosos Fux artificiales los Firefux. Una pasión que tiende a degenerar, pues ya sabemos que estas pequeñas criaturas tienen la molesta manía de prender la mecha por puro placer, sin ninguna razón. Las explosiones en cadena que se derivan les provocan tal alegría y emoción que empiezan a gritar con tonos agudos tan inquietantes como molestos. Sin el Maestro Artifuxciero Funoroshi, la isla ya se habría reducido a cenizas...

La también llamada «Colina de tizones» es el único sitio de Fuegodala libre de las capas de humo que envuelven la zona. Aquí podrás pedir tus deseos más importantes en trozos de papel, antes de quemarlos en el brasero situado en la cima del monte. No pidas el último set de moda o que desaparezcan tus malas notas, ¡el Espíritu del Fuego tiene mejores cosas que hacer!


¡Nuestra vuelta turística por Fuegodala ha llegado a su fin! Nos vemos la semana que viene en un nuevo reportaje, en este caso, de Akwadala. ¡Te desvelaremos nuevos croquis y bocetos originales!
Hasta entonces, disfruta por tierras pandaleñas y no olvides que la leche de bambú hay que consumirla con moderación...